Permaneció sólo una hora en Malabo y salió enseguida para Bata, donde unas 20.000 personas le recibieron. «He querido traer una mayor cercanía de la Iglesia, que mira con simpatía profunda a los hijos de esta nación y desea alentarlos en la búsqueda de ese futuro mejor que justamente tratan de lograr»