«Estamos agradecidos a Dios por el continuo crecimiento de las vocaciones en el Seminario Mayor San Paul de en Kipalapala, donde actualmente contamos con cerca de 290 seminaristas que están completando sus estudios teológicos. Junto con sus formadores, profesores y personal no docente, para nosotros es un honor vivir este año mientras nos preparamos para celebrar su centenario.»
Estas son las palabras que el Cardenal Protase Rugambwa, Arzobispo de Tabora, ha enviado a la Agencia Fides con motivo de la entrega de diplomas a 40 seminaristas que han completado sus estudios teológicos y su formación para las órdenes sagradas.
«El de Kipalapala -continúa el Cardenal- es uno de los tres Seminarios de Teología que dirige la Conferencia Episcopal de Tanzania. Situado en la archidiócesis de Tabora, fue fundado por los Misioneros de África cuando Tabora era todavía Vicariato Apostólico de Unyanyembe, en la localidad de Ushirombo, donde tenía su sede el Vicariato. De hecho, esto ocurrió por el lejano 1918. Más tarde el seminario se trasladó a un lugar conocido como Utinta, en la actual diócesis de Mpanda, y desde 1925 está en Kipalapala».
«Como he especificado», añade monseñor Rugambwa, «el seminario atiende a todos los territorios eclesiásticos dentro de Tanzania y en ocasiones también hay seminaristas de países vecinos, así como miembros de institutos religiosos y sociedades de vida apostólica».
La archidiócesis de Tabora ha desempeñado un papel decisivo en la existencia y el crecimiento de este seminario. El arzobispo de Tabora es en cierta medida su custodio en nombre de la Conferencia Episcopal de Tanzania, además de ser miembro del consejo de administración. «De hecho, estoy implicado personalmente con mis colaboradores y los fieles en diversas actividades y eventos con vistas a los preparativos del centenario que tendrán lugar en la segunda mitad del próximo año y que ya están en marcha», afirma.
«Rogamos al buen Dios que bendiga nuestros esfuerzos», concluye el cardenal Rugambwa, «para que las celebraciones del Centenario se conviertan en una fuente de nueva vida y de crecimiento vocacional, con el fin de obtener ministros de calidad y futuros ministros de la Iglesia para la vida y la misión de la Iglesia en Tanzania y en otros lugares»